miércoles, 11 de diciembre de 2013

La isla, un saltito pa' empezar el año





Supongo que tendría que ser así, tal vez por desayunar a diario frente a la serigrafía del Lluís Sitjar que cuelga en mi cocina durante más de un año, o porque una fuerza divina ha decidido que no me sobresature a comer pierogi en el crudo invierno polaco. 

El caso es que en menos de un mes estaré en la isla de Mallorca, casualmente de nuevo Enero y Febrero como hace dos años y con el mismo motivo, programa de residencia artística. 
Me excita la idea de ver el sol casi a diario, oler el mar, beberme una coca cola en la playa, ver la luz amarillenta que se proyecta al atardecer sobre la catedral de Palma, recorrer el casco viejo de Palma, recordar los tiempos de CRIDA, reencontrarme con mis amigos de la isla y lo que más loca me pone es la idea de disfrutar de la comida mallorquina!!!.

En esta ocasión estaré en Alaró. Me gusta también la idea de vivir durante un tiempito así en un pueblito pequeño, cerca de la Tramuntana, salir al campo y ver colores, flores y ovejas en medio del invierno.

En unas semanas preparo la maleta. Presiento un buen comienzo para 2014, soleado y productivo. Y espero desde allí enseñaros algunas fotos de la isla. 
Mientras tanto sigo en Kraków, esnifando smog y deleitándome con sus cables y antenas en cada esquina, bebiendo té con jengibre a lo loco y disfrutando el gorro rojiblanco que me ha traido Mikołaj hace unos días.