Podgórze es casi o sin casi mi barrio preferido de Cracovia porque está lleno de vida y las huellas que el tiempo y la vida dejan se notan en cada esquina, me gustan los edificios viejos y sucios de Podgórze, el aspecto de decadencia “controlada” que hay en sus calles, camino y camino de manera azarosa y me deleito con cada pintada chunguera, con sus fachadas ornamentadas y descuidadas, con sus patios interiores llenos de secretos, con sus tiendas cutres de ropa de segunda mano, incluso me gusta más cómo suenan los tranvías en Podgórze, hay algo allí diferente al resto de la ciudad, como si dentro de la vida de barrio existen esas pausas y encuentros con espacios inesperados que convierten un paseo en algo más que andar sin rumbo, que lo dotan de sentido.
Iré dejando fotos de Podgórze a lo largo de estos meses, o eso espero, tener el tiempo de poder visitarlo cuando me apetezca.