Súbitamente el geógrafo se sintió emocionado:
- Pero... ¡tú vienes de muy lejos! ¡Tú eres un explorador! Vas a describirme tu planeta.
Y el geógrafo abriendo su registro afiló su lápiz. Los relatos de los exploradores se escriben primero con lápiz. Se espera que el explorador presente sus pruebas para pasarlos a tinta.
- ¿Y bien? —interrogó el geógrafo.
- ¡Oh! Mi tierra —dijo el principito— no es interesante, todo es muy pequeño. Tengo tres volcanes, dos en actividad y uno extinguido; pero nunca se sabe...
- No, nunca se sabe —dijo el geógrafo.
- Tengo también una flor.
- De las flores no tomamos nota.
- ¿Por qué? ¡Son lo más bonito!
- Porque las flores son efímeras.
- ¿Qué significa "efímera"?
- Las geografías —dijo el geógrafo— son los libros más preciados e interesantes; nunca pasan de moda. Es muy raro que una montaña cambie de sitio o que un océano quede sin agua. Los geógrafos escribimos sobre cosas eternas.
- Pero los volcanes extinguidos pueden despertarse —interrumpió el principito—. ¿Qué significa "efímera"?
- Que los volcanes estén o no en actividad es igual para nosotros. Lo interesante es la montaña que nunca cambia.
- Pero, ¿qué significa "efímera"? —repitió el principito que en su vida había renunciado a una pregunta una vez formulada.
- Significa que está amenazado de próxima desaparición.
- ¿Mi flor está amenazada de desaparecer próximamente?
- Indudablemente.
"Mi flor es efímera —se dijo el principito— y no tiene más que cuatro espinas para defenderse contra el mundo. ¡Y la he dejado allá sola en mi casa!".
El Principito. Antoine de Saint-Exupéry