Durante el fin de semana he asistido en el Muzeum Stanisława Wyspiańskiego w Kamienicy Szołayskich, a un taller de Caligrafía Japonesa. Ha sido muy bonito, lo ha impartido el profesor Masakazu Miyanaga que ha tenido una gran paciencia con nosotros, pero infelizmente muy breve.
En cualquier caso la experiencia del contacto con una tradición oriental tan antigua y el uso de materiales no frecuentes para mí como los pinceles japoneses, el papel de arroz y todos los demás elementos que componen el juego completo necesario para su realización, ha sido genial. Me fascina la complejidad de algo que a simple vista parecen unos simples trazos hechos de cualquier manera y que en cambio hay que realizar con una concentración absoluta, sentado de una manera concreta, realizando unos movimientos tan pautados y precisos que condicionan tu modo de comportamiento ante el papel e incluso tu respiración; es necesaria una concentración absoluta para la simple realización de una línea.
Lo que hemos aprendido, por tanto, han sido nociones muy básicas sobre el trazo, que no me sale nada bien, todo hay que decirlo... pero nos han regalado los pinceles de caña de bambú para practicar en casa, nos han recomendado practicar sobre el papel que se usa muy comunmente aquí para envolver los sandwiches! jajaja! es el que hemos estado usando todo el tiempo menos algunas pruebas finales que hemos hecho sobre el precioso papel de arroz.
Lo que hemos aprendido, por tanto, han sido nociones muy básicas sobre el trazo, que no me sale nada bien, todo hay que decirlo... pero nos han regalado los pinceles de caña de bambú para practicar en casa, nos han recomendado practicar sobre el papel que se usa muy comunmente aquí para envolver los sandwiches! jajaja! es el que hemos estado usando todo el tiempo menos algunas pruebas finales que hemos hecho sobre el precioso papel de arroz.
El taller es una actividad de acompañamiento a la actual exposición de Utagawa Kuniyoshi, absolutamente recomendable.
Más información: Exposición Utagawa Kuniyoshi
