A punto de cumplir un mes de desconexión entre un plener en
Puławy y el segundo en Eslovaquia, ¡aquí estoy! De nuevo en Cracovia y de nuevo
en mi patio, con el grafiti del bicho de colores… ¿Quién le habrá abrazado
durante mi ausencia?
Extraño regreso… después de unos días aquí aún ando en un
caos de reencuentros y tareas. Cracovia marea con un tiempo inestable,
maravilloso pero revuelto, será que sabe que me quedo, amagos primaverales en
medio de un otoño irremediable.
Me encanta. Revuelta. Me huele el pelo a lluvia y sol.